Enseñas clase on-line? usando webinars o video-clases? Tienes la sensación de que después varios minutos hablando, ya ningún alumno está escuchándote?

Cuando una profesor o un coordinador (por ejemplo, en una reunión de equipo) está hablando en clase o en una sala de forma presencial, estamos acostumbrados a obtener información no-verbal que nos sirve de retroalimentación, y resulta especialmente útil en cualquier proceso de enseñanza-aprendizaje, y cuando no la tenemos, podemos sentir que nuestra audiencia no está presente, aunque la estemos viendo en video. Por este motivo, lo es habitual que un profesor se sienta mucho más cómo en una clase presencial y evite dar clases online. A continuación queremos proponer algunos trucos o sugerencias que pueden seros útiles en caso de tener que enfrentaros a este sistema de comunicación.

  • También es un reto para el estudiante: si en la introducción decía que para el profesor es dificultoso, piensa también en el que asiste (alumno). Evita dar clases muy largas, normalmente más de 45 minutos es muchísimo tiempo, 30 minutos mejor. Pensemos en el estudiante, mantener atención de lo que tu estés explicando, estando estático (con una webcam que te enfoque, pero sin poder moverte) o bien una Power Point (presentación) que muestre los que vas explicando puede ser muy monótono.
  • Por sus actos los verás. La retroalimentación visual es muy escasa: puedes ver la cara del estudiante (o asistente a una reunión) si la ves en la webcam pero aun así no se sabe si realmente está atento. La mejor forma de sustituir el feedback visual, es por las acciones. Utiliza presentaciones dinámicas (por ejemplo kahoot) y que permiten insertar encuestas, lluvias de ideas, chats durante la presentación, etc. Aplicaciones de video-conferencia como Zoom permiten tener una pizarra virtual donde todos podemos escribir, también valdría tener un documento compartido con Google Docs. Se trata de que mientras estamos explicando, se pueden ir anotando ideas, conceptos, un esquema, pasos, etc. Puede ser un ejercicio que los asistentes han de hacer mientras se va explicando.
  • No consultes….pregunta. Consultar a los alumnos (o asistentes) está bien, aunque corre el peligro de ser tedioso ya que se no existe el dinamismo de una conversación informal cara a cara. Lo podemos hacer al principio, para asegurarnos que todos nos ves y nos oyen: «Veis bien la presentación, empiezo?», o que se presenten «Presentaros nos decís de qué ciudad sois» o por ejemplo, en momentos puntuales: «Alguna duda hasta aquí?». Nuestra propuesta es preguntar…. Si en momentos puntuales de la clase (por ejemplo cada 2-3 diapositivas) le preguntamos directamente a un estudiante sobre qué opina sobre algo que ha aparecido en la diapositiva, o si opine que tal cosa es más importante o menos que otra, o por ejemplo puede corregirte (usa el truco de insertar un pequeño error a propósito) estarás forzando un estado de atención continuo, y aunque solo se lo preguntes a una persona cada vez (ve cambiando cada vez), las demás les obligarás a estar atentas, por si acaso es a él/ella quien le toca la siguiente vez.
  • Enriquece tu comunicación. Como ves en las imágenes de ejemplo, hay alternativas a un sistema de docencia en la que hay únicamente una presentación o donde solo se ve la cara del profesor.
  • Actividades antes y después. Planifica actividades antes de tu video-clase (o webinar), o también después que estén directamente relacionadas con parte de los contenidos que presentarás. Anticiparás de este modo la atención y estarán más pendientes. No se trata de que hagan un resumen o expliquen las dudas que han tenido, ni que tampoco expliquen un concepto de las diapositivas (cosa que seria fácil de encontrar en la Wikipedia y copiar y pegar), sino de ejercicios que obliguen a entender y aplicar a un cierto contexto, simulación, nuevo escenario, o relacionado con otros contenidos de la asignatura, cosa que además podría proporcionar nuevos puntos de vista o descubrir relaciones.